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jueves, 21 de junio de 2012

Adicciones, alcoholismo y tabaquismo


Quienes abusan del alcohol son constantemente reafirmados que su fracaso en el abandono del hábito se debe a que son adictos sin esperanza. Pueden haber transitado por centros de rehabilitación, donde el enfoque principal es la desintoxicación, sin suficiente esfuerzo en la resolución de los factores emocionales generadores de las urgencias compulsivas. Y así quienes abusan del alcohol, sin posibilidad de encontrar un alivio permanente, acepta trágicamente la gravísima creencia que para ellos, la completa recuperación es imposible.

La hipnosis les ofrece una comprensión distinta para quienes abusan del alcohol. Entendiendo que la mente y el cuerpo están intrínsecamente conectados y tanto la salud psicológica como el equilibrio químico-fisiológico son dependientes de la salud emocional. En otras palabras, el problema del usuario se origina en heridas profundamente arraigadas de gran dolor, con pensamientos y emociones temidas. Una vida emocional sana es la base de la recuperación para un alcohólico.


El alcoholismo es por lo tanto visto como un síntoma de una vida emocional enferma. Los síntomas adictivos incluyen, dolores físicos, transpiración profusa, y sentimientos extremos de temor, impulsan al usuario a encontrar alivio mediante el abuso del alcohol.


Como con todos los abusos de substancias, encontrar la recuperación depende de varios aspectos. Primero y principal un legítimo deseo de cambio para una liberación definitiva de la substancia. Entonces se hace vital para el usuario el sincero convencimiento que semejante cambio es posible para ellos. Finalmente el éxito dependerá en una completa honestidad con uno mismo. Hacerse trampa con unos tragos solo perpetúa el desequilibrio químico y alimenta patrones de pensamiento auto-destructivos. Encontrar asistencia para la desintoxicación es lo más recomendable, mientras la salud emocional y auto control se reconstruyen mediante la hipnosis.


La experiencia ha demostrado maravillosos cambios con algunos clientes en unas pocas sesiones de hipnosis. Se sienten encantados con las nuevas emociones y sensaciones de profunda relajación, nuevos sentimientos de fortaleza interior y serenidad mental. Si bien el proceso hipnótico ofrece un rápido cambio, el éxito y la total recuperación se encuentra cuando la persona mantiene su compromiso completando el total de las sesiones. Esto asegura una buena limpieza mental de la vieja y tóxica energía emocional, permitiendo la instalación de una sana auto-imagen y el establecimiento de un sistema de creencias permanente afianzado en la mente.


La hipnosis no es una cura para el alcoholismo. Sin embargo es una manera efectiva para eliminar el alcohol de su vida por completo. Si usted sufre de alcoholismo, permita que la hipnosis lo ayude a abandonar viejos patrones mentales de auto-destrucción para construir nuevas estrategias de bienestar que salvarán su vida.


Tabaquismo
La persona en trance por hipnosis puede ser sugestionada fácilmente, esto es lo que hace de esta técnica de hipnosis sea un método que ayuda a dejar de fumar.
La hipnosis es un estado en el que la persona se encuentra en una fase de sueño ligero, relajación mental o meditación profunda en el que parece que se desconectan temporalmente los sentidos que nos comunican con el mundo exterior (olfato, oído, gusto, tacto y visión). No tiene vínculos con prácticas religiosas, místicas, adivinatorias o cosas por el estilo. Los defensores de la hipnosis afirman que a través de la hipnoterapia se pueden curar enfermedades psicosomáticas y superar otras adicciones como la adicción al tabaco, ayudando pues a las terapias para dejar de fumar.


Las sesiones de hipnosis o autohipnosis para dejar de fumar tienen una duración de unos 45 minutos y utilizan la relajación y la repetición de palabras que evocan conceptos e ideas que son asumidos por el inconsciente y que nos predisponen de forma negativa hacia el tabaco o hacia el hábito de fumar, haciendo que disminuya la ansiedad por dejar el tabaco e incluso llegando a hacer que el tabaco nos provoque repugnancia y sensaciones negativas. Mediante la sugestion, los psicoterapeutas provocan en los pacientes sentimientos positivos en cuanto a no fumar e inducen el rechazo del sabor y el olor del tabaco.


Algunos trabajos de investigación en el campo de la hipnosis para dejar de fumar, son los realizados por Milton Erickson, Corydon Hammond, Helen Watkins y Erik Wright.


El método más usado es la del siquiatra norteamericano Herbert Spiegel, que consiste en tres sugestiones fundamentales:


1. El humo del tabaco es veneno.
2. Nuestro cuerpo merece ser protegido contra el humo del tabaco.
3. Es posible y agradable vivir sin fumar.


El uso de la hipnosis para dejar de fumar es una forma de ayudar a que este proceso de dejar el tabaco se haga más fácil, aunque lo ideal es combinar la hipnosis, la autohipnosis o la relajación con otros métodos a nuestro alcance para dejar de fumar sin demasiada fuerza de voluntad.


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